XIX NOCHE DE CULTO DE JESÚS PALACIOS

CAZADORES DE SOMBRAS

Detectives de lo sobrenatural

Son nuestra última barrera frente al Mal, frente a las criaturas de la noche, los demonios y maldiciones ancestrales. Son los únicos capaces de detener monstruos de carne y hueso, pero también de ectoplasma, de vencer a los criminales hasta cuando están muertos y enterrados. Poseen los atributos de los mejores detectives, pero sus habilidades son casi paranormales. Más que psicólogos, son parapsicólogos. Ningún asesino se les escapa, venga o huya al Más Allá. Expertos en Ocultismo, lenguas muertas y enterradas, saberes arcanos, ciencias y paraciencias, los fantasmas tiemblan, los licántropos aúllan, los vampiros salen volando y los seres interdimensionales se escurren por entre las grietas del espacio-tiempo para huir de sus mentes privilegiadas, de sus poderes de deducción, pero también de acción. No han estudiado en Quantico, pero ni la física cuántica ni los antiguos cánticos mágicos tienes secretos para ellos. Son los detectives de lo sobrenatural, los vigilantes del Más Allá, los CAZADORES DE SOMBRAS.

La literatura fantástica clásica y moderna, del gótico al siglo XXI, pasando por la pulp fiction, el bolsilibro y los cómics, nos ha presentado una galería fascinante e inabarcable de estos seguidores ocultos y ocultistas de Sherlock Holmes, Nick Carter y Sam Spade: el Dr. Hesselius de Le Fanu, el John Silence de Algernon Blackwood, el Carnacki de Hope Hodgson, el Jules de Grandin de Seabury Quinn, el Harry Dickson de Jean Ray, Flaxman Low de Kate & Hesketh Pritchard, Moris Klaw de Sax Rohmer, Simon Iff de Aleister Crowley, Steve Harrison de Robert E. Howard, el Dr. Orient de Frank Lauria, Lucius Leffing de Joseph Payne Brennan, Titus Crow de Brian Lumley, John Thunstone de Manly Wade Wellman, Harry D´Amour de Clive Barker… Y desde las viñetas: John Constantine, Hellboy, Dylan Dog o los españoles Inspector Dan y Sir Leo, entre muchos otros.

Sin embargo, el cine ha sido menos dado a recoger las hazañas de estos sabuesos del Otro Lado, mientras que la televisión les ofreció, desde los años 60 y 70, un auténtico hogar. Aparte de los inefables Mulder y Scully de Expediente X, podemos citar personajes y series como Kolchak, The World Beyond, Grimm, Supernatural, Millenium, Penny Dreadful y, por supuesto, Scooby Doo, entre los más conocidos y recordados.

Desde luego, nosotros, auténticos detectives catódicos y sabuesos cinéfagos, hemos ido Más Allá. Hemos husmeado y excavado en las criptas de la televisión y el vídeo de culto, oculto y ocultista, para traer tres piezas rescatadas del umbral de lo desconocido. Tres historias de misterio sobrenatural que son en sí un ejercicio de investigación en el arcano pasado televisivo, en los rincones más oscuros de la Ocultura popular y los secretos escondidos del género. Venid a La Noche de Culto y convertiros en auténticos Cazadores de Sombras olvidadas por el tiempo.

La cita es el sábado 23 de julio a las 23:30 en el Auditorio de la Casa de Cultura.

DARK INTRUDER. Estados Unidos, 1965. D.: Harvey Hart. Int.: Leslie Nielsen, Peter Mark Richman, Judi Meredith. 59 m. Blanco y negro. V.O.S.E.

¿Sabías que Leslie Nielsen fue uno de los más divertidos y originales detectives de lo sobrenatural de la pantalla? En 1965 se estrenó en cines este telefilme, que debía haber sido piloto de la serie The Black Cloak, pero que, como les ocurrió a tantos otros de sus colegas, se quedó en tan solo esta divertida y terrorífica aventura. El guionista y autor teatral británico Barré Lyndon (seudónimo de Alfred Edgar), recordado por títulos como Jack, el destripador (1944), Concierto macabro (1945), Mil ojos tiene la noche (1948) o La guerra de los mundos (1953), presenta al detective Brett Kingsford (Nielsen), erudito y ligón impenitente, con su inmensa biblioteca ocultista, laboratorio secreto y ayudante enano, enfrentado a un misterioso y bestial asesino en las neblinosas calles del San Francisco de 1890. Retazos de Sherlock Holmes, Jack el Destripador, el Dr. Jekyll y Mr. Hyde y hasta de Lovecraft para un singular cazador de sombras, ingenioso y playboy donde los haya.

HECHIZO LETAL (Cast a Deadly Spell). Estados Unidos, 1991. D.: Martin Campbell. I.: Fred Ward, David Warner, Julianne Moore. 96 m. Color. V.O.S.E.

Cerebro y guionista de series como Salvando a Grace, Ravenswood o Pequeñas mentirosas, habitual colaborador de HBO, nos gustaría saber qué había cenado Joseph Dougherty la noche en que se le ocurrió la idea de crear un detective de lo sobrenatural al más genuino estilo hard boiled llamado H. P. Lovecraft. El caso, nunca mejor dicho, es que la cosa (y hay una Cosa, por supuesto) funciona: Harry Philip Lovecraft es el clásico gumshoe en la tradición Hammett y Chandler, solo que sus aventuras transcurren en un Los Angeles de los años 40 alternativo, donde gánsteres, polis, mujeres fatales y millonarios corruptos conviven con licántropos, brujería y demás hierbas. Naturalmente (mejor dicho: sobrenaturalmente), el detective Lovecraft tendrá que localizar un misterioso grimorio (¿adivinan cual?), sobrevivir a mafiosos y monstruos, pero, sobre todo, a una fantástica femme fatal: Julianne Moore. Dirige Martin Cambbell, experto en thrillers (incluido algún 007), y HPL es, ni más ni menos, que el recientemente fallecido y llorado Fred Ward, a quien rendimos también así merecido homenaje. Tuvo secuela, pero esa nos la guardamos.

LAS CINTAS DE NORLISS (The Norliss Tapes). Estados Unidos, 1973. D.: Dan Curtis. I.: Roy Thinnes, Don Porter, Angie Dickinson. 72 m. Color. V.O.S.E.

Otro intento fallido de lanzar un detective ocultista en serie, que se quedó tan solo en este episodio piloto absolutamente mítico y con razón. Dirige el maestro de la televisión fantástica Dan Curtis. Escriben el guion William F. Nolan (La fuga de Logan) y Fred Mustard Stewart (Satán, mon amour) y protagonizan Roy Thinnes (Los invasores) y Angie Dickinson (La mujer policía). ¿Qué podía salir mal? En realidad, nada. El escéptico reportero investigador David Norliss (Thinnes), se enfrenta al misterio que rodea la muerte de un escultor que parece haber vuelto de la tumba para atormentar a su esposa… y sembrar de cadáveres San Francisco. Pactos diabólicos, revinientes y una narración en flashback a través de las cintas magnetofónicas grabadas por Norliss, que pone al día el estilo confesional de Lovecraft y la novela negra clásica, para una joya justamente de culto, que nunca entenderemos por qué no gustó a los ejecutivos de la NBC. Da igual: poco después Dan Curtis, con la complicidad de Richard Matheson, volvió al ataque con otro periodista metido a cazador de sombras: Karl Kolchak. Lo demás, ya es historia de la televisión.

Y ADEMÁS: Como siempre, muchas sorpresas. Tráilers, vídeos, regalos y el tradicional concurso esotérico, en esta ocasión, un desafío sobrenatural para cazadores de sombras, expertos detectives de lo Oculto que serán justamente recompensados… Aunque, si fallan, pueden perder algo más valioso que la vida: su alma inmortal. Comienza el juego.