Harry Krueger creció rodeado de videojuegos y se apasionó por ellos desde la más tierna infancia, tanto en consola como en máquinas recreativas. De esa pasión nació la voluntad de trabajar en la creación de videojuegos. Se inició como profesional en 2008 como programador junior durante seis meses en Q Games, en Japón, pero no tardó en fichar por la compañía finlandesa Housemarque, en la que lleva trabajando desde enero de 2009. Empezó en la empresa como programador de gameplay y fue adquiriendo poco a poco nuevas responsabilidades, convirtiéndose en programador principal en 2011 y en director de juego en 2014. De hecho, su debut como director tuvo lugar con Nex Machina, título que gozó de un gran éxito de público y crítica.

Krueger se ha granjeado una gran reputación gracias a su conocimiento y cariño por los valores de gameplay clásicos y el amor por el diseño de juegos. Considerado por algunos heredero espiritual de la leyenda de los arcades Eugene Jarvis, ambos protagonizan el documental cómico The name of the game sobre el intento de Jarvis y Housemarque de crear un sucesor espiritual a uno de los grandes éxitos de Jarvis en los 80, Robotron.

Acude a la sección Letras y Bits para hablarnos de su experiencia profesional y de su experiencia con, Returnal, un videojuego de terror sicológico en tercera persona para PS5, publicado en 2021 y cuya versión para PC acaba de ver la luz en 2023.