El nombre de Víctor Conde, que en realidad se llama Alfredo Moreno Santana y nació en Tenerife en 1973, es uno de los más destacados de la literatura de género en España en los últimos quince años. Se inició como novelista en 2002 con la publicación de tres títulos en un año (Piscis de Zhintra, Piscis Arena –estas dos forman una saga- y El Tercer Nombre del Emperador), en 2005 consigue con Mystes la primera de sus nominaciones al premio Minotauro, y repitió en 2008 con El Teatro Secreto.
Escritor versátil, capaz de pasa de la ciencia ficción al terror y de estos a la novela infantil y juvenil, Conde y ganó a la tercera Minotauro con sus Crónicas del Multiverso, galardonada también con el Ignotus en 2010. Ese mismo año ven la luz además El Libro de las Almas, Los Relojes de Arestes y Heraldos de la Luz, y a partir de ahí la producción de Conde se acelera y publica más de una docena de obras en los siguientes cinco años.
Conde nos ha ofrecido su personal visión de los monstruos clásicos, como del zombi en Naturaleza Muerta, los hombres lobo en Hija de Lobos, las sirenas en He oído a los mares gritar mi nombre, las brujas en El códice de las brujaso, De las ciudades vuestras tumbas, su aproximación a los vampiros. Además de todos esto Víctor ha ganado (con José Antonio Cotrina) el Kelvin 505 a la mejor novela juvenil nacional con Las Puertas del Infinito. En 2019 llega al Celsius232 con dos nuevas novelas, Lívidos, escrita a cuatro manos con Raúl Silvestre y en la que continúa con su revisión de los monstruos, e Imperio, nueva entrega de sus Crónicas del Multiverso.